martes, 2 de marzo de 2010

Las dos caras de la moneda


Susana tiene el mismo trabajo del año pasado, funcionaria, los mismos hijos que el año pasado, dos, su marido del que esta separada hace años le pasa la misma pensión y cuando la llamo para hacer algo no puede salir ni de copas ni a cenar porque hay crisis y el dinero no le llega. El año pasado le llegaba y además hasta podía permitirse irse de vacaciones un mes, ¿Cómo puede ser que ahora no?
Carmen se quedó sin trabajo y ahora hace de ama de casa. Anda todo el día quejándose de que no tiene tiempo para nada, que todo el día va con prisas, y cuando le pedimos que por favor organice la cena anual que hacemos un grupo de amigas nos sale con que no tiene tiempo porque esta haciendo un cursillo del ayuntamiento de inglés para comercios y que nos encarguemos nosotras. ¿Cómo se las arreglaba cuando trabajaba ocho y diez horas diarias?
Leonor esta en el paro, cobra casi lo mismo que cuando trabajaba, ella siempre decía que con lo que ganaba su marido ella no necesitaba trabajar, que lo hacía porque quería sentirse útil. Su marido tiene el mismo trabajo que antes y no peligra que lo despidan porque es de los pocos negocios que siguen viento en popa. Se esta quejando todo el día de que el dinero no le llega y que esta cansada de hacer cuantas para llegar a fin de mes. Yo creo que esta aburrida y quiere ser como los demás, monotemática, crisis y más crisis
La otra cara de la moneda es Antonia mi compañera de trabajo, separada y con un ex – marido que ha pasado siempre de ella y de los niños la empresa donde trabaja, sector de la construcción, va de mal en peor y ella hace meses que no cobra, sobrevive de ir a limpiar oficinas a altas horas de la noche o de la madrugada y como yo con el pluriempleo de camareras del bar los fines de semanas y aun y así cada noche que podemos después del trabajo que no nos quiten nuestro ratito de copas y rock and roll.

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