lunes, 17 de mayo de 2010

El hombre del crucigrama


Tiene ese algo especial que me atrae, se le nota en horas bajas, de hecho esta de baja por depresión. Pero detrás de esos ojos tristes, de esa dejadez de algunos días esta un hombre inteligente y que ha vivido mucho,con una carrera a sus espaldas un matrimonio fallido y un hijo.
Viene cada día a hacer el café, se fuma sus cigarros lee el periódico y cuando lo ha leído entero como siempre me pide un boli para hacer el crucigrama.
Después hablamos un rato. Hablamos sobre política, educación, ecología, naturaleza (le gustan los pájaros y sabe un montón sobre ellos) Aun estando de baja sigue ayudando a sus colegas investigando y ayudandoles a preparar actividades.
Este fin de semana yo trabajaba de noche y él estaba allí. Eran una pandilla bastante amplia todos de 40 y tantos años. Bebieron bastante pero estaban muy divertidos, terminamos todos, incluida yo desde detrás de la barra, cantando y bailando las peticiones mas extrañas que hacían uno tras otro en estricto orden.
Había una chica que era la estrella de la noche y entre los chicos empezó una lucha para ver cual de ellos se llevaría el preciado tesoro. Vista desde mi posición de la barra la lucha era divertida, ella sabia que era el premio codiciado y se dejaba querer y ellos sabían que luchaban por lo mismo pero todos lo hicieron de forma caballerosa e ingeniosa.
El lo miraba todo desde un segundo plano, a ratos metiendo alguna baza, intentándolo también pero más discretamente. Ya a altas horas de la noche me sonrió, su sonrisa y sus ojos aun nublados por el efecto del alcohol son agradables y tiernos, se acerco a mi y me dijo muy suavemente "Eres preciosa, no debería decirlo pero no podía aguantarmelo más" Le di las gracias "Me acabas de alegrar la noche" le conteste sonriendole.
Al rato se fueron, no llegue a saber quien se llevo a la chica esa noche.
Ayer tenia turno de tarde y el volvió, fue una tarde muy ajetreada, final de la liga. Cuando todo se hubo calmado me senté un rato a su lado. Le pedí que tal había terminado la noche. Mal- me contesto- no tengo edad para beber tanto pero me lo pase muy bien, por un rato creo que todos nos convertimos en críos de 16 años- y tenia toda la razón.
Sabes- me dijo- cuando me desperté me acorde de cosas que dije que no tenia que haber dicho pero...no me arrepiento lo hice sin ninguna malicia- con su mirada supe a que se refería. No te preocupes- le conteste- fue divertido, las noches de marcha tendrían que ser todas así.
Después de eso charlamos de los temas de siempre, pero...de otra manera, como si hubiéramos cruzado la barrera de conocidos para empezar a ser un poco amigos.
Me gustó, y hoy he pensado en el varias veces, hoy tengo turno de tarde espero que venga como siempre a hacer su café, y su crucigrama.