lunes, 27 de abril de 2009

Soy como las tortugas



Hoy he descubierto que soy como las tortugas, hiberno y al primer síntoma de buen tiempo reaparezco, una de las diferencias entre ellas y yo es que ellas despiertan delgadísimas y hechas unas sílfides de no comer nada en todo el invierno, y yo justo al revés, cuando me estoy desperezando y quitando de encima alguna de las capas de ropa que llevaba me doy cuenta de que peso unos cuantos kilos de más, kilos que se han convertido en un flotador alrededor de mi cintura y la celulitis que tanto me costo poner un poco en su sitio el año pasado como por arte de magia a vuelto a reaparecer.


Pero no me importa, lo bien que me lo he pasado este invierno, con lo que ha llovido y el frío que ha hecho, sentada delante de la chimenea, y la longaniza, y el vino tinto...mmm, que me quiten lo bailado.


Ahora a disfrutar de los primeros días de primavera. Ahora que el día es mas largo vuelvo a tener tiempo para salir a caminar después del trabajo. Ayer fue el primer día que lo hice. Tengo la suerte de vivir a las afueras de mi ciudad y puedo salir a pasear por el campo. Me gusta pasear con los últimos rayos del sol, mirando las pocas nubes que hay a lo lejos, oyendo el canto de los pájaros, viendo como las mariposas se disputan la belleza de los colores con las flores y hasta me gusta reencontrarme con los que como yo vuelven a salir con el buen tiempo.

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